CIRAUQUI/ZIRAUKI

Arropado por la cornisa de la Sierra de Lóquiz, Cirauqui/Zirauki está situado a 30 kilómetros de Pamplona/Iruña y a 15 de Estella/Lizarra.
El núcleo urbano, con importantes vestigios de las murallas y puertas medievales que a lo largo de los siglos ayudaron al pueblo a defenderse, se organiza entre cuestas y anillos circulares que confluyen en la Iglesia de San Román. Predominan las construcciones de sillarejo con ladrillo reservándose el sillar para las zonas más significativas de las fachadas y sólo las casas más señoriales tienen toda la fachada de piedra.
Debido a su emplazamiento Cirauqui se eligió desde épocas tempranas como lugar de asentamiento. Su historia va unida a la romanización, el Camino de Santiago, el condado de Lerín y las guerras carlistas. Igual que toda la comarca, se encuentra profundamente romanizado desde los primeros tiempos de nuestra era como lo demuestra el puente medieval, el tramo de calzada conservado y los abundantes restos de cerámica encontrados en los alrededores del despoblado de Urbe.
En la época medieval fue un lugar muy transitado. Con el auge de las peregrinaciones existió un hospedaje o Antiguo Hospital para atender a los transeúntes. Y no decayó a pesar de disminuir el número de peregrinos.
En 1425 forma parte del Condado de Lerín, creado por Carlos III el Noble para su hija Juana, lo que lo convirtió en un enclave administrativo diferente del resto de pueblos de la comarca.
El Camino de Santiago, ha marcado la historia y el arte del pueblo y también es el que ha traído las leyendas más curiosas. Según relata el Códice Calixtino, escrito por el monje cluniacense Aymeric Picaud primer peregrino que describió esta ruta, en Cirauqui, donde el puente del Molino, los lugareños aprovechaban para saquear a los peregrinos incautos que se acompañaban de caballerías.
Su importancia en la Edad media como lugar transitado trajo una latinización y romanización de Cirauqui y su entorno. Pero es necesario distinguir entre una romanización material y social y otra lingüística, adoptada solamente por quienes fundaron ricas casas, etc. Pero el habla de la población rural seguía siendo el euskera. Así se han mantenido los nombres de la mayoría de los términos del municipio en euskera y en la actualidad con la distinta oferta de modelos educativos la mayoría de los niños aprenden este idioma.
Dentro de la ruta del vino Cirauqui es parada obligatoria. La actividad vitivinícola es parte de su identidad. Su rosado, catalogado como uno de los mejores de Navarra, se encuentra en las cartas de muchos restaurantes y con la venta a granel en la misma bodega se logra llegar a un importante nicho de mercado en Navarra y buena parte de Guipúzcoa. Por esa razón, se organiza cada año una jornada de lo más especial dedicada al vino. Disfruta de visitas a bodegas, degustaciones, catas guiadas, talleres de elaboración de mosto para los más pequeños, exposiciones, feria de artesanía y ambientación callejera. Una jornada enoturística de lo más auténtica.